Jaime García era joven, muy joven, cuando jugaba futbol en la “La Cuarta Especial”, un equipo que él y su mejor amigo, Álvaro Mendoza, habían formado en 1945. Tal vez “Piu piu” y su amigo jamás imaginaron que iban a ser parte del mejor equipo del mundo de la época, nunca pensaron que iban a jugar al lado de leyendas como Di Stéfano, Pedernera y Rossi y ni se les pasó por la cabeza que iban a quedar por siempre, en la más gloriosa historia de Millonarios. En pleno 2016, García le cuenta a Azul Total su experiencia en el mejor equipo del mundo.
¿Cómo llegó usted a Millonarios?
Yo era un muchacho que jugaba bien, era muy joven. Recuerdo que con Álvaro Mendoza teníamos un equipo que se llamaba “La Cuarta Especial”, pero necesitábamos patrocinio para seguir jugando. Fuimos adonde Manuel Briceño Pardo y adonde Alfonso Senior. Ellos nos vieron jugar pero nos dijeron que no podían patrocinarnos. Pero nos hicieron una contraoferta: que hiciéramos parte de su club, el club que después se llamó Millonarios.
Ya que menciona a Alfonso Senior, cuéntenos cómo era él.
Era un personaje extraordinario, fue el fundador, el presidente. Era muy especial, hincha cerrado de Millonarios en todos sus momentos, hacia lo que fuera por él. Era un caballero, elegantísimo, nos mimaba a los jugadores y era muy ambicioso con Millonarios, sabía que tenía que ser el equipo más grande.
¿Y Manuel Briceño Pardo?
No, ni hablar. Otro caballero extraordinario, tenía muy claro que era lo que tenía que ser Millonarios. Además fue alcalde Bogotá, era muy prestigioso. El y Senior hacían una extraordinaria dupla.
¿Cómo fue jugar con Pedernera, Di Stéfano y Rossi?
Era increíble. Yo como dije, era un muchacho que jugaba muy bien, pero ellos eran otra cosa. Acariciaban el balón, jugaban de memoria, casi que bailaban en el campo. Nunca más volví a ver algo así.
¿Y personalmente, cómo eran?
Eran personas muy decentes, muy bien puestos. En esa época era muy raro que una persona no fuera así. Muy educados, personajes que a pesar de toda la admiración que causaban, fueron humildes. Se dedicaban a hacer su trabajo dentro del campo, por fuera no hablaban mucho.
Sinceramente, ¿cuál de ellos era el mejor dentro del campo?
No, no se podía escoger. Todos éramos un equipo, éramos una unidad. Todos estaban dispuestos a jugar en cualquier evento, cualquier partido, contra quien fuera. Ellos eran muy talentosos, pero la fama de esa época era la de un equipo, no la de un solo hombre.
¿De qué jugaba usted?
Jugaba de medio derecho.
¿Con cuál jugador se entendía mejor usted en la cancha?
Con todos, como le digo, en esa época la fama era del equipo. Éramos muy unidos.
¿Cuál es el partido que más recuerda, el que le marcó la vida?
No podría decir solo uno, hubo muchos. A lo mejor los clásicos, donde siempre le ganábamos a Santa Fe, esos me encanaban.
¿Qué países conoció jugando con Millonarios?
El Ecuador, conocí una parte de Brasil y varios países por acá cerca.
¿Cómo ha cambiado el futbol de esa época para acá?
En cuanto al juego de muchas maneras. En Millonarios, lo que veo es que en esa época la junta directiva del equipo la componía personajes verdaderamente de fútbol, que sabían del juego. Ese el mayor cambio que veo yo.
¿Cúal es el título que más recuerda con Millonarios?
El primero, recuerdo que le ganamos al Deportivo Cali. Es un grato recuerdo.
¿Para usted que es Millonarios?
Es el equipo que me dio todo, es el equipo con más tradición, el mejor. Es el más grande. Millonarios me le dio todo, es el mejor equipo.