Hace una semana Millonarios estaba prácticamente eliminado de la Liga: el equipo acumulaba dos empates en condición de local y estaba jugando mal. Hoy, apenas siete días después, está más vivo de lo que muchos pensaban: hizo 6 puntos de 6 contra Once Caldas en condición de visitante y contra Bucaramanga en El Campín y subió 7 puestos en la tabla (se ubica noveno) y está a 3 puntos del octavo. Azul Total analiza las razones por las cuales el equipo mejoró en una semana y en lo que debe seguir trabajando para meterse en el grupo de los ocho.
Arco: errores normales, calidad intacta
Los partidos contra Alianza y contra Jaguares no fueron afortunados para Wuilker Fariñez. Contra Alianza el balón se le escapó entre los brazos tras un tiro normal del rival y se metió en el arco sur y frente a Jaguares salió a destiempo, regaló un penal y eso le costó la victoria a Millos. Sin embargo, no hay que olvidarse que el arquero de Millos tiene 20 años y tiene todo por aprender. Contra Caldas y contra Bucaramanga volvió a tener grandes atajadas y sigue siendo el superdotado del arco que el equipo merece y necesita.
Por mejorar: Le falta trabajar con el balón en los pies, luce apresurado cuando los centrales quieren triangular con él.
Defensa: el regreso de Matías y la mejoría de Banguero
Aunque Anier Figueroa venía jugando bien, con el partido ante Bucaramanga quedó claro que la dupla central tiene que ser Cadavid- De los Santos. No es una dupla rápida pero sí guerrera y segura. El lugar del uruguayo es ahí, atrás, y no de volante. Contra Bucaramanga le ganó todo el partido a Rangel y además mostró su calidad sacando al equipo, tuvo un 83% de pases acertados. Por su parte, Felipe Banguero tuvo dos excelentes partidos por la banda izquierda, se asoció, desbordó y mejoró su comprensión con Elíser Quiñones.
Por mejorar: El nivel de Jair Palacios no es el ideal. Comete faltas innecesarias y a veces sale muy lejos, sin aportar lo necesario en ataque. Jair en un buen nivel está en el top 5 de laterales derechos en Colombia, debe trabajar para estar ahí otra vez.
Mediocampo: Duque el capo, Carrillo la solución, Silva la clave
Ante la lesión de Domínguez, Gottardi no había encontrado el reemplazo ideal para darle la marca y el manejo que el #20 le aportaba el equipo. Probó con Henry Rojas, quien se paraba delante de Duque y hacía una función más ofensiva que defensiva, probó con Matías de los Santos, que, aunque intentaba marcar, resultó muy lento para el puesto y como no había más, tuvo que poner a Carrillo. El sincelejano se jugó dos partidazos y más allá del triplete frente al Bucaramanga, le aportó al equipo media distancia, manejo y marca. De Duque no se puede hablar sin ser reiterativo, es el capo de Millonarios en la mitad, se mete entre los centrales cuando suben los laterales, le pegan y se levanta, lidera a sus compañeros y quita el balón. Es un referente del equipo, uno que hace mucho tiempo Millonarios no tenía. Por su parte, Silva es la clave para esa transición de la contención y los ofensivos. Cuando él no está, se nota. No hay ideas ni asociaciones.
Por mejorar: La constancia de Silva. Aunque ha mejorado en ese aspecto, es imposible no pensar en cómo funcionaría el equipo si el #14 estuviera conectado los 90 minutos. Juega y hace jugar, es pieza fundamental.
Ataque: Ayron siempre está, Elíser y Huérfano en deuda
Ayron del Valle se reinventa siempre. Cuando le tocó jugar de extremo la pasada temporada, lo hizo bien y además quedó como goleador. Esta vez le trajeron un centro delantero puro y lo sentó. No solo aporta goles, baja y se asocia, recibe de espaldas, se faja entre los centrales y corre por todos lados. Millonarios tuvo un bajón general, pero Ayron no, siempre fue constante en su excelente nivel.
Por mejorar: Elíser Quiñones y Christian Huérfano. El equipo necesita que los jugadores que juegan por afuera también encaren hacia adentro y ninguno de los dos lo hace. El primero nunca levanta la cabeza, decide mal y aunque mostró cierta mejoría, sigue debiendo mucho. Por su velocidad tiene que decidir bien para generar un verdadero desequilibrio, de nada sirve llegar hasta el fondo y regalarle la posesión al rival. Ha mejorado en marca, pero le falta tapar más la salida de los laterales contrarios. Christian Huérfano ya no encara, está falto de confianza y aún así intenta gambetas y “jugaditas” innecesarias e improductivas. Por su bien (le puede ayudar a crecer como jugador) y el del equipo, es momento de que sea suplente. Poco aporta en marca y cuando Carlos López ha entrado, ha mostrado ser más.