Lo que mostraron los jugadores de Millonarios en Bucaramanga fue muy poco. Nadie brilló. Nadie sobresalió. Todos tuvieron una actuación parecida.
Aunque sí es cierto que Montero influyó en el resultado. Fueron 5 atajadas que fácilmente hubieran terminado en gol. Debemos reconocer que con Montero ganamos seguridad, experiencia y tranquilidad.
Hoy no hay arquero en el fútbol colombiano que se pueda comparar con el guajiro. Está varios escalones por encima de los demás y lo demuestra partido a partido: un gol en contra en cuatro partidos jugados. Sí, también es trabajo de la defensa pero no ponemos negar la importancia de Montero en cada partido.
Esperemos que para los próximos partidos la figura sea alguien de ataque.
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