Luego de una semana caótica, en cuanto a resultados se refiere, Millonarios deberá evidenciar el coraje y la gallardía, que ya ha demostrado con Alberto Gamero en el banquillo, para levantarse de la situación. Después de la derrota con América y a pesar de notar una leve mejoría con respecto a la eliminación ante Bucaramanga, aún quedan muchas dudas para el futuro inmediato del club.
La realidad es que, en los últimos meses, el nivel colectivo e individual de algunos jugadores ha sido una montaña rusa. El problema principal es que no se ha podido consolidar un once titular -ya sea por lesiones o por rendimientos bajos-. El mediocampo es la zona que más ha sufrido de esto.
Félix Charrupí, Daniel Giraldo, Stiven Vega, Juan Carlos Pereira y Nicolás Arévalo son los cinco volantes que están a disposición de Alberto Gamero para conformar la primera zona de volantes. Ninguno se ha podido consolidar, lo que llevó al entrenador a optar por David Mackalister Silva en esta zona del campo. La que parecía, a principio de temporada, la zona más fuerte resultó siendo la de más rendimientos bajos.
Por otro lado, en la defensa, Sergio Mosquera y Juan Pablo Vargas son la pareja consolidada. Ante la lesión del colombiano y la convocatoria del costarricense, Andrés Llinás y Jorge Arias fueron los designados para cubrir esta zona. Los dos jugadores, importantes en la conquista de la 16, no encuentran su mejor nivel, lo que se ha evidenciado en los últimos juegos.
En la delantera, Leonardo Castro, quien fue expulsado contra América, está volviendo a tener un gran rendimiento. Santiago Giordana no ha sumado muchos minutos y Radamel Falcao se encuentra volviendo de lesión.
Semestre difícil que, sí o sí, hay que sacar adelante. Con lesiones, con bajos rendimientos y con resultados adversos, Millonarios se encuentra entre los ocho clasificados y buscará sellar su clasificación en las próximas jornadas. Fortaleza, el próximo reto.
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